lunes, 8 de diciembre de 2008

La Navidad llegó...

Hoy, no se que paso, podrían decir que es un tanto prematuro... el frio clima de las mañanas y noches, la televisión, las campañas publicitarias en la calle, no lo sé, pero mi espiritu navideño despertó. Hoy los recuerdos estuvieron presentes en mi mente todo el día, momentos felices, momentos tristes, momentos de triunfos como también momentos de fracasos, momentos de reflexión como también de conclusiones, en fin tantas cosas.

Llegaron finalmente esos días que espero cada año con tanta alegría, tal y como si fuera aquel niño que algun momento fuí y que no dormía la noche previa al 6 de enero por la ilusión de despertar y encontrar al pie del árbol de navidad aquel regalo que con tanta ilusión había pedido en esa carta que se elevo atada a un globo esperando que no se atorara con ningun cable para que llegara a su destino, los reyes magos.

Llegaron esos días cuando en años pasados brincabamos de alegría cuando veiamos a papá sacar ese árbol de navidad para decorarlo y mejorar el aspecto del mismo con respecto al año pasado.

Empieza la cuenta regresiva para aquel día en que con alegría nos preparabamos para llegar a casa de la abuela a romper aquellas gigantescas piñatas que había en su tradicional posada anual y que días antes ella había hecho con tanta ilusión para que todos sus nietos las disfrutaran.

Han llegado esos días en que miraba al firmamento y buscaba las estrellas de los reyes magos y que conforme pasaban los días veía esos luceros acercarse más a la tierra y me hacian salir corriendo y gritando a mi mamá "Ahí vienen... ahí vienen..."

Hoy las lagrimas inundan mis ojos al darme cuenta que aquellos momentos han pasado y sólo son recuerdos, recuerdos que nunca más volveré a vivir, así como también me pintan una sonrisa al darme cuenta lo afortunado que soy de haberlos vivido.

Este año fue muy complicado, en muchos sentidos, pero eso no va a impedir que yo haga esa carta de deseos, aunque los deseos hayan cambiado, hoy no hay ese gran árbol de navidad con tantos regalos a su pie, quiza este año nuevamente vuelva a despertarme el 6 de enero y timidamente volteé al árbol buscando algún regalo y no encuentre nada, posiblemente no logre ver esa mesa llena, donde faltaban lugares y que para cenar teniamos que hacer turnos. Pero seguramente encontraré en esa mesa a la gente que más amo en el mundo y será el mejor regalo que podré recibir esta navidad.



1 comentario:

ShAdOw dijo...

Nostalgia, recuerdos... y despues de la regañada de ayer aun sigues con el espiritu navideño... Wowww!!!

Felicidades!!!