viernes, 15 de enero de 2010

Un minuto...

El martes encendimos la televisión y un minuto fue suficiente para recordar que existía un país que por ignorancia o egoismo no era tomado en cuenta. Tomaron horas para ver las primeras imagenes de lo que había sucedido y destruido en un sólo minuto el mundo.

Un minuto fue sufuciente para darnos cuenta que no estamos tan lejos de esas escenas que nos presentaban de África (al otro lado del mundo) donde la gente muere de hambre. Un minuto fue suficiente para dar a notar que existen gobiernos egoistas donde sus dirigentes sólo piensan en su bienestar cuando el pueblo sufre carencias. Un minuto fue suficiente lo frágil que puede ser esta vida y lo rudo que puede ser este planeta. Un minuto basta para que las esperanzas se vayan al suelo junto con los muros que nos resguardan...

Triste es que una sacudida de esta magnitud nos haga pensar en ellos y sea motivo para extender la mano al prójimo. Pero más triste es que haya gente que intente sacar provecho o hacer mofa de la desgracia ajena que más piensa en destruir que en construir.

Un minuto basta para detener un poco nuestro camino y reflexionar ¿Qué hemos hecho mal? o ¿Qué hemos hecho bien? y ¿En que podemos mejorar? Dicen que el ser humano es la máquina perfecta, hoy la tierra nos grita en nuestra cara que tan lejos de ese calificativo estamos mientras exista la soberbia y la mentira encabezando todos nuestros defectos.

Por lo pronto una isla nos espera y necesita por lo menos un minuto de cada uno de nosotros, démonos la oportunidad de ayudar a Haití.


martes, 5 de enero de 2010

Noche de Reyes (2)...

Hoy es 5 de enero, noche en que todos los niños dejan listo su zapato y arreglan los últimos detalles de la carta en la que plasman sus deseos.

Hace un año la melancolía me invadía, la poca fé que tenía se derramaba sin que alguién la pudiera contener y conforme pasaban las horas la esperanza de que esos tres hombres de barbas y túnicas cruzaran mi puerta se esfumaban, descargando mi frustración con mi cámara y unas letras en ese blog de fotografía que tengo (aquí el post)... había perdido el poder de ilusionarme; pero saben... hoy creo que si estuvieron ahí.

A raíz de esa noche una serie de acontecimientos empezaron a suceder en mi vida dándole un giro de 360° y que conforme fueron pasando los días me iba dando cuenta de esos regalos enormes con distintas envolturas que habian dejado esa noche y quizá desde años atras y que las lágrimas de mis ojos no me permitian ver y fué a través de pequeñas lecciones, algunas dolorosas en su momento, que me hacian ver el tiempo que había perdido lamentándome de mis actos o de las cosas que había dejado de hacer.


Hoy puedo decir que esa fé en mi persona ha vuelto, que es más sencillo pintar una sonrisa en mi rostro y que ante la adversidad me hace sacar ese segundo aire y coraje para superarla. Hoy tengo muchos proyectos y metas que quiero y sé que se van a cumplir y esta noche vuelvo a la cama antes dejando mis zapatos con una carta en su interior para esos hombres que algún día veré pasar por mi puerta.

No sé si mañana al levantarme este algún presente bajo ese árbol, no lo sé, pero lo que si sé es que volvieron a dejar en mi esa ilusión y por que no, la ingenuidad e inocencia de un niño, siempre lo he dicho que no hay peor enfermedad en el ser humano que la EDAD y yo por lo menos no pienso dejarme envejecer.

Venga...todavía es tiempo para hacer su carta.

Feliz noche de Reyes y que todos sus deseos se cumplan.