El lunes pasado una amiga me dice: ¡TE CONSEGUI UN BOLETO PARA IR A VER A IRON MAIDEN!!! Obviamente dije WOW, IRON MAIDEN, UNA LEYENDA DEL HEAVY METAL, aunque si hice la aclaración de que nunca los había escuchado y que no era el tipo de música que me gustaba (tiempo pasado).
Tal que anoche fué la cita, la cita con el destino y el metal en su máxima expresión. Todo empezo desde ¿Cómo me visto para ir a un show de ese tipo? pues dije.. lo básico, el negro, una playera negra, jeans y tennis negros.
Agarramos camino llegando a las 9 de la noche a la Arena, una de las primeras cosas que nos llamo la atención, la presencia de muchos niños acompañando a sus papás y no dudo que en varios casos acompañando a sus abuelos.
Nosotros decidimos cenar unos tacos antes de entrar y ya se escuchaba la arena rugiendo. Cenamos tranquilamente perdiéndonos unos cuantos minutos del inicio del concierto, que la verdad no nos inquietaba, realmente ibamos sólo por la curiosidad.
Cuando decidimos entrar vemos gente de todo tipo, matas largas, gente vestida de manera casual, parejas, familias, etc... el aroma a mota no era tan evidente como en otros eventos a los que he ido, todo mundo en comunión con la banda.
Escuchamos las primeras rolas y dijimos: ¡SUENA BIEN!(a secas). Eso si nos admiraba la energía que demostraba el grupo entero, todos brincaban y se desvivian por demostrar lo efectivos que eran manejando sus instrumentos.
Llega la mitad del concierto y se escucha los acordes de la guitarra y la batería y dije: ¡ESA LA CONOZCO! Claro, era RUN TO THE HILLS, la única canción con que podía ubicar al grupo y que honestamente me gustaba y fue cuando explotó el recinto y se sintio la adrenalina que recorría por los cuerpos de los asistentes.
Fueron cerca de dos horas con sorpresa tras sorpresa, fuegos pirotécnicos, marionetas gigantes, momentos simpáticos, otros no tanto, pero que en ningún momento opacaron la noche; saliendo con un agradable sabor de boca y el alma llena por haber estado frente a una leyenda musical , el haber podido vivir esa experiencia inolvidable y decir "he sobreviviedo a la gente de mata larga".
¡Gracias Chio por haberme llevado!
Tal que anoche fué la cita, la cita con el destino y el metal en su máxima expresión. Todo empezo desde ¿Cómo me visto para ir a un show de ese tipo? pues dije.. lo básico, el negro, una playera negra, jeans y tennis negros.
Agarramos camino llegando a las 9 de la noche a la Arena, una de las primeras cosas que nos llamo la atención, la presencia de muchos niños acompañando a sus papás y no dudo que en varios casos acompañando a sus abuelos.
Nosotros decidimos cenar unos tacos antes de entrar y ya se escuchaba la arena rugiendo. Cenamos tranquilamente perdiéndonos unos cuantos minutos del inicio del concierto, que la verdad no nos inquietaba, realmente ibamos sólo por la curiosidad.
Cuando decidimos entrar vemos gente de todo tipo, matas largas, gente vestida de manera casual, parejas, familias, etc... el aroma a mota no era tan evidente como en otros eventos a los que he ido, todo mundo en comunión con la banda.
Escuchamos las primeras rolas y dijimos: ¡SUENA BIEN!(a secas). Eso si nos admiraba la energía que demostraba el grupo entero, todos brincaban y se desvivian por demostrar lo efectivos que eran manejando sus instrumentos.
Llega la mitad del concierto y se escucha los acordes de la guitarra y la batería y dije: ¡ESA LA CONOZCO! Claro, era RUN TO THE HILLS, la única canción con que podía ubicar al grupo y que honestamente me gustaba y fue cuando explotó el recinto y se sintio la adrenalina que recorría por los cuerpos de los asistentes.
Fueron cerca de dos horas con sorpresa tras sorpresa, fuegos pirotécnicos, marionetas gigantes, momentos simpáticos, otros no tanto, pero que en ningún momento opacaron la noche; saliendo con un agradable sabor de boca y el alma llena por haber estado frente a una leyenda musical , el haber podido vivir esa experiencia inolvidable y decir "he sobreviviedo a la gente de mata larga".
¡Gracias Chio por haberme llevado!
